Aceptar
Acciones que forjan el Espíritu Campoverde
El sufrimiento se deriva de no aceptar la realidad, lo cual aplica para el caso de los berrinches y rabietas en los niños (y los no tan niños). Enseñar a aceptar la realidad y partir desde ahí para resolver, es enseñar a no sufrir. Cumplir berrinches por cansancio, o frustración, es exactamente el camino contrario. Aceptar es no aferrarse, es fluir… y eso, por supuesto, ¡es buen espíritu!